TANGO SUICIDA.
Decime bandoneón porque estamos los dos
¡Muriéndonos de pena!... ¡Decime bandoneón…
Que tengo yo que hacer para volverla buena.
¡Muriéndonos de pena!... ¡Decime bandoneón…
Que tengo yo que hacer para volverla buena.
La quise bandoneón y por quererla yo
...¡Hoy sufro esta condena!....
¡Ay!... Me clavo un puñal, aquí en el corazón,
me partió la ilusión, me desgarro las venas.
Decime bandoneon...
¿Porque estamos los dos... Muriéndonos de pena?
¿Porque estamos los dos... Muriéndonos de pena?
Hoy, en este rincón, ni siquiera el alcohol
puede cerrar la herida, ¡La tengo que olvidar!
Dejarla de querer o quitarme la vida!
Ay! Tango dame tú, esa mano jovial
...¡Que nunca nos olvida!...
Cuando la soledad, asalta y con traición
viene a tumbar el sol que alumbra nuestras vidas.
Cántame bandoneón una canción de amor,
que alivie y con ternura, apacigüe el dolor,
¡El inmenso dolor de toda esta amargura!
Que vuelva por favor, que no me deje así,
que yo perdonare, todo lo que paso,
¡Que vuelva por favor! que vuelva bandoneón,
¡Suplicare su amor!..¡Toda la vida entera!...
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Y la noche se fue y el cielo se prendió
llenando de color la loca algarabía,
de aves que al volar, sobre el azul del mar
en círculos de luz, dibujaban fugaz, ¡Su eterna lozanía!
Detrás del cafetín, sentando en un rincón,
sin vida lo encontró la alegre primavera,
con un tiro en la sien, transido de pesar,
transido de dolor, cansado de querer,..
¡Cansado de esperar, por la que no era buena!...
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Fabio A. Pabon M.
CURANDERO TANGO.
Querido Fabio, que bello escribes, tus letras traspasan el corazón.
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