REQUIEM PARA UN TANGO
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Tango de mi juventud, yo me hice viejo,
pero tu, fuerte sigues como los ladrillos de mi paredón,
donde escritas están mis osadías, mis triunfos,
mis derrotas y en versos mis locuras de amor.
Un bandoneón en cinta dará fruto en el invierno
y aunque fría la noche y aunque oscuro este el cielo,
!Ha de rugir el tango arrabalero!
!Y bailare en la penumbra de mis sueños!
Saturados de olvidos, entre añejos recuerdos.
Y en el delirio inmortal de mis pasiones,
en el espejismo sensual,
donde tiemblan de amor mis ilusiones,
me quemaran sus labios,
me hechizaran sus ojos milenarios,
me llenara de fresca juventud,
la adorada ternura de sus manos.
Y la musa de mi encanto,
la que tiende mis trigos y vigila el rebaño,
la que duerme inocente entre mis brazos….
Escribirá conmigo... ¡El más maravilloso de los tangos!
Y entre la fiebre caliente del canyengue…
¡Yo moriré soñando!
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Fabio A. Pabon M.
CURANDERO TANGO.
CURANDERO TANGO.
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