REMEMBRANZAS DE UN TANGO.
El bacán de los labios carmesí,
maltrato a la pasión del corazón,
y girando entre tangos yo lo vi
alejarse en los brazos de otro amor.
¡Ay!... Qué pena me hirió cuando marcho,
me perdí en las milongas del alcohol
y el bandoneón, de mi vida la ilusión,
se hizo sombra olvidado en un rincón.
Han pasado los años sobre mí,
ya no tiemblo de luna en el portón,
ya no soy aquel dandi que yo fui
y esta oscuro y desierto el callejón.
Y el bacán de los labios carmesí,
el que maltratara de pena al corazón,
es solo un eco en las ruinas de mí ayer,
¡Es solo un tango... Que llora en mi canción!...
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Fabio A. Pabon M.
CURANDERO TANGO.
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