Se fue tu
claridad, tu bandoneón,
ya no cantas o
alegras del alma el rincón,
paredón, tinta
roja en el gris de tu ayer,
del tango
señor, se apagó tu canción.
Tango de un
tiempo que fue tan feliz,
bulevar que te
vio tan ardiente y febril
consolarme o
conmigo llorar
por las cosas
que amaba y perdí.
Entre curdas de antigua emoción
has dejado mil tangos de amor,
tus alondras te
vieron partir
y dolientes se
anidan sin ti.
Se nos fue
nuestro amado cantor
pero
siempre estará junto a mi
con la luna que ronda el balcón
en mis noches
de pena y añil.
Zorzal que
galante alumbro
con su luz de
farol mercantil,
hoy el tango
recuerda tu voz
y no quiere
dejarte partir.
Tras las nubes,
errante y bohemio
inmortal el
zorzal se durmió
y ya el tango
no puede olvidar
¡Lo que fuego
en el alma prendió!
¡El zorzal, bella ave simbólica!
ResponderEliminarHermoso!!
Gracias